
Una bebida que disfrutamos en diversas ocasiones y preferida por la mayoría de los mexicanos; el tequila es el emblema nacional y signo distintivo de nuestro país. Sin embargo y pese al alto consumo tanto en México como en el mundo entero, muchos no conocen cuál es la clasificación de los tequilas y cómo identificar sus características principales. Según la Norma Oficial Mexicana, dos son los tipos de tequila que se elaboran: el que está compuesto por el 51% de Agave, también llamado tequila mixto, y aquel que es puro, es decir, 100% de Agave. Es de este segundo tipo al que nos vamos a referir esta vez.
Tequila blanco
Es el obtenido a partir de la segunda destilación del mosto de piñas a agave, al cual se le ha añadido agua de dilución con el fin de obtener un grado de alcohol específico. Se le denomina blanco por su apariencia clara y transparente; es de sabor dulce debido a la miel propia del agave. Una vez destilado se procede a su embotellado a fin de conservar las cualidades naturales del agave, por lo que es la versión inicial y más pura del tequila. Se recomienda su consumo previo a las comidas, como un aperitivo, ya que es un estimulante del apetito.
Tequila reposado
Es la clase más popular del tequila así como la más comercializada en el país y el mundo. Como su nombre lo indica, es el mismo tequila blanco que ha sido puesto en reposo un mínimo de dos meses y un máximo de doce en barricas de roble, a fin de ser susceptible a ser abocado. El resultado es una bebida con notas de madera y ligeramente aromático.
Tequila añejo
Un tequila añejo es aquel que, según la norma, ha pasado en reposo un mínimo de doce meses y un máximo de tres años en barricas de roble o de encino, cuya capacidad máxima no debe exceder a los 600 litros. Al estar un mayor tiempo en contacto con la madera se intensifican las notas de madera y el aroma dulce.
Tequila extra añejo
En el tequila extra añejo se han potenciado mucho más las notas de madera, vainilla y especias debido a que pasa en reposo un mínimo de tres años en barricas de roble o de encino. Al estar en contacto con la madera durante ese tiempo, su aroma es más intenso y apreciado. Esta categoría es de la más valorada por los especialistas y conocedores, considerándolo un tequila fino y elegante. Es muy apreciado como acompañante del postre al final de la comida.
Adicionalmente, podemos mencionar el denominado tequila joven u oro, que también está considerado en la norma, y que se refiere a la mezcla del tequila blanco con el reposado, añejo o extra añejo. El resultado es una bebida más suave al paladar. También, se utiliza la denominación “Reserva” para referirse a la calidad superior de ciertos tequilas añejados. Esta última denominación no está considerada en la norma oficial.