
Tener la tan ansiada tranquilidad financiera en el futuro empieza con una adecuada planificación que es necesario dar inicio cuanto antes. Destinar una parte de nuestros ingresos para el ahorro y poder disponer de él posteriormente es la mejor alternativa para cumplir con nuestros sueños. La pregunta es, ¿Hay un porcentaje recomendable que se debe aplicar sobre el ingreso para destinarlo al ahorro? En las siguientes líneas vamos a analizar este tema.
Los beneficios del ahorro
Siempre nos planteamos conseguir algo para el futuro; realizar un viaje, comprar un coche, ampliar la casa. Para todo ello se necesita dinero, y conseguirlo parte de iniciar un plan con metas específicas y plazos determinados. El objetivo es simple: disponer de una cantidad de nuestros ingresos para destinarlos al ahorro; aquellos pequeños montos que, en suma, logran financiar muchos de nuestros anhelos. Para conseguirlo, es necesario controlar al detalle nuestros gastos, esforzarnos por reducir los consumos y, en lo posible, incrementar nuestros ingresos. Todo eso lo vamos a poder lograr con la ayuda de un presupuesto familiar.
La cantidad recomendada para el ahorro
No existe una regla específica respecto a la cantidad precisa que debemos destinar al ahorro. Va a depender, en buena medida, de diversos factores como el nivel de ingresos, carga familiar y objetivos planteados. Además, está claro que, mientras mayor sea el monto que destinemos al fondo, mayor va a ser el acumulado final. Sin embargo, los especialistas coinciden en recomendar que el porcentaje de nuestros ingresos que vamos a destinar al ahorro fluctúe entre el 5% y el 20%. Exhortan a que los gastos no representen, en promedio, más del 90% de nuestros ingresos, por lo que destinar un 10% al ahorro es lo esperado.
El ahorro destinado al retiro
Mención aparte merece el ahorro destinado a nuestra tranquilidad al finalizar el periodo laboral activo. Y es que, aunque también depende en gran medida de lo que consideramos que necesitamos para poder vivir tranquilos como jubilados, el porcentaje está normado y mientras más temprano iniciemos las aportaciones, mayor va a ser nuestro fondo de jubilación. Por ello, al realizar la planificación para nuestro retiro debemos considerar la cantidad de años que vamos a aportar para asegurarnos de que vamos a poder cumplir con el objetivo final. Lo ideal es que podamos mantener el nivel de vida que gozamos previo al retiro.
Finalmente, debemos tener en consideración que, como todo presupuesto familiar, su ejecución requiere de mucho orden, disciplina, capacidad para realizar sacrificios y bastante esfuerzo y constancia. Por ello, es conveniente convertir nuestro esfuerzo en hábitos de ahorro que nos permitan lograr el objetivo de una manera más segura y sin muchas complicaciones. Elaborar un presupuesto realista, darle seguimiento diario y realizarle los ajustes necesarios de acuerdo a los cambios que se vayan presentando en el camino es lo que nos va a permitir cumplir con dicho objetivo. La recompensa final será gozar de un buen futuro financiero y el beneficio que brinda la tranquilidad económica.