
La productividad es el objetivo central al que apuntan los emprendedores y directivos de las organizaciones para lograr ser más competitivos en el mercado. Sin embargo, muchos aún no saben si están maximizando su desempeño de manera adecuada y solo llegan a preocuparse cuando se prenden las luces de peligro y empiezan a aparecer los problemas de liquidez y rentabilidad. Sigue estas 4 pautas y podrás generar negocios más productivos.
Prioriza las actividades
El punto de partida para elevar la productividad en el negocio es determinar qué es lo más importante que hay que hacer y en qué orden se deben de ejecutar las acciones para el cumplimiento de los objetivos. Las actividades se deben programar con anticipación en cada una de las áreas y es necesario priorizarlas de acuerdo a su importancia, tiempo de ejecución, presupuesto e impacto en los objetivos de la empresa. Es recomendable que la programación sea semanal y que las tareas estén bien definidas; no es conveniente programar muchas actividades, lo recomendable es de dos a tres tareas importantes a la semana.
Revisa los procedimientos
Una vez definidas las actividades y la programación para ejecutarlas, se deberán revisar los procesos y procedimientos establecidos para su desarrollo con el fin de simplificarlos y eliminar algunos nudos y cuellos de botella. Es preciso determinar procedimientos simples y dinámicos que permitan fluir las tareas para acortar tiempos y cumplir con las actividades en las fechas previstas. También, tendrá un impacto positivo en el ahorro de costos al utilizar menores recursos. En ciertos casos, esta revisión incluye también redistribuir tareas y a sus responsables, así como disminuir personas para su realización.
Elimina actividades improductivas
El tercer paso para formar negocios más productivos involucra la eliminación de distractores que generen demoras durante la ejecución de las tareas. Muchas veces, pequeños distractores que no tomamos en cuenta incrementan el tiempo que se toman los responsables al desarrollar las actividades programadas. Es preciso identificar estos distractores y depurarlos del proceso productivo. Algunos ejemplos de estas actividades improductivas son el uso de internet, teléfonos móviles, redes sociales, mensajería instantánea, chats, etc. Deberás tener en cuenta que puedes pensar que algunas de ellas sirven de ayuda para realizar el trabajo de forma más eficiente, sin embargo, al final lo único que logran es mermar la productividad del grupo de trabajo.
Establece pautas de descanso
Es común que los directivos lleguen a pensar que a más trabajo más producción pero esto no es del todo cierto; las personas necesitan reponer energías para elevar su nivel de productividad. Establecer jornadas extensas de trabajo que involucren varias horas al día, varios días de la semana, sin un reparador descanso es contraproducente para el desempeño de los propios empleados, afectando seriamente la productividad. El ser humano va a desempeñarse mejor si establece periodos de trabajo cortos, con descansos programados y con una alimentación acorde que le permita encontrarse en óptimas condiciones tanto física como mental.
Elevar la productividad del grupo de trabajo te permitirá desarrollar un negocio con crecimiento sostenido y lo suficientemente preparado para destacar en el mercado.