
A pesar de que su función principal es la de entretener, el cine ha demostrado generar una influencia muy directa en las personas. Al igual que la música, una película es capaz de despertar sensaciones y emociones lo cual, muchas veces, condiciona nuestra forma de actuar ante situaciones de la vida cotidiana. Cuando vemos una película nos alegramos, sufrimos, nos asustamos; nos identificamos con alguno de los personajes y vivimos, en carne propia, sus aventuras y experiencias. Ello, se convierte en un factor de aprendizaje que aplicamos en nuestras propias acciones. Repasemos algunos de los aspectos en los que el séptimo arte influye en nosotros.
En el estado del ánimo
Principalmente, ver una película es una de las formas que tenemos los seres humanos para divertirnos y entretenernos. Esta actividad, que podemos compartir con la pareja, familiares y amigos, es capaz de despertar nuestras emociones y nos permite vivir experiencias que, tal vez, de otra forma no podríamos vivir. A través del cine buscamos, de alguna manera, escapar de nuestra propia realidad y sumergirnos en una vida que no es la nuestra, encarnándonos en otros personajes y otros escenarios, que nos permitan experimentar situaciones totalmente nuevas, diferentes y emocionantes.
En la personalidad del individuo
Las personas suelen elegir el tipo de película con la que se sienten más identificadas, lo cual profundiza aspectos propios de su personalidad. Por lo general, los estados de ánimo y los patrones de comportamiento determinan el género de película que les genera mayor comodidad y disfrute. De esa forma, aquellas que prefieren películas de acción o con una mayor dosis de violencia son diferentes a las personas que se identifican más con las comedias o las historias románticas. Esta identificación también está ligada al interés del individuo; por ejemplo, aquellos con una fuerte inclinación hacia el emprendimiento se sentirán plenamente identificados con las historias de liderazgo y superación.
En los patrones de comportamiento
La presencia de un héroe o de un personaje con el cual nos sentimos plenamente identificados suele influir en la forma en que nos comportamos. Los gestos, actitudes, acciones y ademanes que son propias del papel que está representando el actor o actriz son, muchas veces, imitados, sobre todo por los niños, adolescentes y jóvenes cuya personalidad está aún en formación. Este tipo de aprendizaje se da tanto en factores positivos como negativos. La influencia puede llegar al punto de imitar el vestir de personaje, así como lo que come o bebe.
En la forma en que interactuamos socialmente
Cuando una película logra cierto éxito comercial, es capaz de establecer nuevos patrones de moda, aumentar el consumo de algunos productos que son usados o mencionados en la producción e instaurar formas de comunicación entre las personas. Muchas veces, ver una película, conocer a sus personajes, su estructura o líneas de dialogo permite formar grupos que se identifican y comparten los mismos intereses, intercambian opiniones e interpretaciones del film y forman comunidades de fans dispuestos a consumir todo aquello relacionado a la obra, eventos de lanzamiento y souvenirs incluidos.