
Desde la compra de un café por la mañana hasta alguna golosina o antojo a lo largo del día, los mexicanos estamos acostumbrados a darnos pequeños gustos diarios que resultan imperceptibles para nuestra economía. Sin embargo, cuando valorizamos el acumulado de estos gastos en periodos de semanas, meses o años, las cifras nos sorprenden tremendamente, llegando a alcanzar varios miles de pesos que se evaporan de nuestros bolsillos. Vamos a conocer de qué se tratan los gastos hormiga y a brindar algunas pautas de cómo evitarlos.
El problema de los gastos hormiga
Cuando hablamos de gastos hormiga nos estamos refiriendo a todas aquellas compras menores que realizamos todos los días de manera casi imperceptible; montos de un valor económico tan mínimo que consideramos irrelevante para controlar. Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía – Inegi, este tipo de gastos representa entre el 9 y 12% de los ingresos de un trabajador mexicano; es decir, para alguien cuyo sueldo es de 6 mil pesos mensuales, los gastos hormiga pueden representar más de 8 mil pesos al año.
Planificando este tipo de gastos
Evitar los gastos hormiga requiere de un esfuerzo consciente y responsable. La primera recomendación es la de empezar a planificar el gasto y no realizarlo por mero impulso. Cuando establecemos una planificación de las compras que vamos a realizar, el impacto positivo sobre nuestra economía puede ser considerable. Por ejemplo, si ya sabemos que a lo largo del día vamos a consumir alguna barra de cereal o un paquete de galletas, ¿Por qué no comprarlos en el supermercado a un precio menor? Cuando los compramos por docena podremos ahorrar un porcentaje superior al 40%.
Barriga llena, menos gasto
Otra recomendación importante es acostumbrarnos a preparar nuestros alimentos en casa. Si logramos remplazar el menú que compramos a diario en un restaurante por comida preparada el día anterior o temprano por la mañana, el ahorro generado puede representar la mitad del gasto. Además, si somos conscientes de que manteniendo el estómago lleno logramos eliminar el antojo y reducimos al mínimo el impulso por comprar alguna golosina, habremos solucionado gran parte del problema.
Anualizando el gasto hormiga
El principal problema de los gastos hormiga es que son mínimos en cantidad, por ello, pensamos que no le harán daño a nuestras finanzas personales. ¿Qué tal si mejor los anualizamos para tener una idea más amplia de lo que perdemos? De esa forma, estaremos dándole valor y la importancia debida al convertir un monto menor en algo mucho más tangible. Entender que una cantidad anual es demasiado alta como para darse el lujo de gastarla nos ayudará controlar mejor ese egreso de dinero.
Los gastos hormiga constituyen un factor crítico que debemos controlar si lo que queremos es lograr nuestra tranquilidad financiera. Es preciso adquirir conciencia de que este tipo de gastos, a la larga, suma cantidades que pueden llegar a mermar fuertemente nuestras finanzas. Aprende a prescindir de ellos y disfruta de una economía saludable.