
Tanto los emprendedores como los conductores de pequeños negocios suelen tener muchas dificultades al momento de tomar las decisiones adecuadas para el buen funcionamiento de su emprendimiento. Ya sea por desconocimiento o por el estrés de tener que lidiar todos los días con problemas propios de la gestión, es común que cometan errores en la administración de su empresa. Debido a ello, hoy les traemos, de una manera sencilla y fácil de comprender, las pautas que hay que seguir para realizar una administración exitosa.
Todo empieza por una buena planificación
Planificar es el primer paso para una buena administración. Esto quiere decir que nada debe de ser realizado de forma improvisada; hasta lo más mínimo debe ser analizado antes de su puesta en práctica, determinando las consecuencias favorables y desfavorables que implica su ejecución. El plan de negocio es el producto de esta etapa. Esta herramienta es un análisis pormenorizado de la situación actual de nuestro sector, las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas tanto de nuestra empresa como de la competencia, la meta que establecemos, la estrategia a implementar y los objetivos que debemos cumplir para lograrla.
La perfecta organización de nuestros recursos
Con el plan de negocio en nuestras manos, es momento de definir la forma correcta de organizar nuestros recursos. Para ello, es preciso ver la administración como un proceso que requiere de una estructura para su funcionamiento. La organización consiste en distribuir los recursos de forma ordenada para el logro de los objetivos establecidos. Tanto los recursos humanos, como los materiales y financieros deben ser distribuidos de forma racional, priorizando su uso en las áreas clave. No debemos olvidar nunca que se deberá lograr los mejores resultados con el menor uso de los recursos.
Dirigir: El momento de liderar lo organizado
Una vez que el negocio está en marcha, el equipo necesita de un líder que los inspire a conseguir los objetivos trazados. El líder es el encargado de influir en el desempeño de los grupos de trabajo para el óptimo desempeño de sus tareas. Un buen líder logra que las personas realicen el trabajo que la organización necesita convencidos de que hacerlo es bueno también para su propio desarrollo personal y profesional. Las personas necesitan sentirse dirigidas por un director que les marque la pauta, establezca el camino y haga las correcciones necesarias en la marcha.
La necesidad de establecer controles
Pese a tomar todas las previsiones necesarias para marcar el camino adecuado, es preciso establecer controles a los procesos en la marcha, con el fin de garantizar que éstos se cumplan a cabalidad. Los controles son como nudos en una cuerda, son trabas en el proceso que permiten probar que lo que se está realizando esté acorde con lo esperado o determinado. Controles de calidad a productos elegidos al azar, formularios de verificación en planta o pruebas de desempeño al personal son algunos ejemplos de controles establecidos para asegurarnos de que se está realizando un trabajo adecuado.