
Por: Jorge Enríquez
“Get Rich or die trying” — 50 Cent
Como la mayoría de los mexicanos que nos interesa el sector financiero y somos ávidos participantes en el internet y redes sociales, es difícil no encontrar en nuestro “news feed” de Facebook o twitter comentarios acerca de lo que ha pasado con la Sociedad Financiera Popular (SOFIPO) denominada: “FICREA”.
Estos comentarios van desde la denuncia (con todo derecho) de los hechos (el robo, por llamarle de una manera poco dramática, de los ahorros que clientes tenían confiados a la SOFIPO) hasta la publicación de notas de opinión, condenación y supuestos reportajes de los medios tradicionales y demás “personalidades” que tratan a su manera y de acuerdo a sus intereses, de explicar la situación y revelar cada nuevo acontecimiento en esta historia asignando responsabilidades y culpas como si estuvieran repartiendo condenas al estilo que usaba la santa inquisición para mandar a gente a la hoguera.
Entre todo lo que vemos no es difícil perderse y alejarse de lo que realmente sucedió y sobre todo evadir la realidad de la “crisis de carácter” que se vive en el país.
Es común práctica en todo el mundo, que los ahorradores guarden sus ahorros en alguna institución financiera. En la mayoría de los países, estas funciones solo la pueden realizar entidades autorizadas y reguladas por los gobiernos correspondientes. Así mismo, estas entidades, adicional a “guardar” los ahorros de sus clientes, los usan para “prestarlos” a personas o empresas que cumplan con sus requisitos de crédito. En resumen, tus ahorros que tienes guardados en un banco, caja de ahorro, SOFIPO o cualquier entidad, son usados para prestar. Ojo, las SOFOMES no pueden, no deben y no están autorizadas para ofrecerte productos de ahorro o inversión.
Normalmente, es seguro que la institución financiera en la que depositas tus ahorros, sea capaz de asegurar que: (1) saben a quién prestarle, (2) tienen las reservas necesarias para soportar sus operaciones es decir; dinero que los accionistas, ponen y entregan a la empresa y (3) utilizan medidas para asegurar que pueden honrar sus “promesas” de regresarte tus ahorros.
Estos tres puntos y otros son los que las autoridades financieras (gobierno) asegura y vigila de manera periódica que se cumplan de acuerdo a las leyes aplicables definidas por el Congreso (Diputados y Senadores).
Sin embargo, existen diferentes tipos de situaciones que pueden ocasionar que se pierdan tus ahorros. Estas pueden ser (por nombrar algunas): (1) que la institución financiera no recupere los préstamos que dio con tus ahorros, (2) que la entidad donde pusiste tus ahorros enfrente serios problemas financieros, (3) que simplemente la entidad haga malos manejos financieros y por consecuencia “pierda” los ahorros o (4) que el país enfrente una crisis económica (parecida a la que vivimos en el año 1994-95),
Para proteger a los ahorradores como tú, las leyes financieras en México crean ciertos mecanismos. Entre ellos están los fondos de protección al ahorro. Sin embargo debido a la diversidad de las leyes financieras mexicanas y a los diferentes tipos de figuras legales que el sistema financiero nacional tiene, cada tipo de institución tiene el suyo. En su caso, lo bancos tienen su fondo de protección, mejor conocido como IPAB (www.ipab.org,mx que protege los ahorros que se tienen en un banco) y las SOFIPOS (como FICREA) tienen el suyo denominado “Fondo de protección” www.fondedeproteccion.org.mx que protege los ahorros que se tienen en una SOFIPO.
Tanto el “IPAB” de los bancos, como el “Fondo de Protección” de la SOFIPOS protegen los ahorros de los clientes hasta por un monto máximo determinado por cada ley que los gobierna. En el caso del “IPAB” es aproximadamente de hasta $2 millones de pesos (400 mil UDIS) y en el “Fondo de protección” de hasta $130 mil pesos (25 mil UDIS). Así mismo, es mandato para los bancos y las SOFIPOS informar esto a cada uno de sus clientes en su publicidad, páginas de internet, contratos, pagarés y demás comunicaciones que tengan con sus clientes.
La diferencia entre los montos que se protege en los dos tipos de figuras, es un tema que ha causado varias discusiones en el sector e incluso para muchas SOFIPOS, fue algo que quedó pendiente de revisar de la tan publicitada “Reforma Financiera” del actual gobierno. Pero, así las cosas.
Por lo que sabemos hasta ahora, lo que pasó con FICREA es una combinación de mal manejo de otorgamiento de crédito (Prestamos irresponsables a empresas “pantalla” o fantasma) y malos manejos financieros que ocasionó se revelara el “fraude” perpetuado. Al darse cuenta de esto, las autoridades financieras (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) actuaron guiándose en lo que define la Ley que rige su modo de operar. Es natural que para muchos este modo de actuar sea objeto de escrutinio, duda e incluso desconfianza, mismo que probablemente sea evaluado y revisado en su caso por las autoridades competentes.
En función a lo definido en la ley de ahorro y crédito popular (Ley que regula el actuar de las SOFIPOS), se tienen que seguir ciertos procedimientos para que el Fondo de protección regrese a los clientes de FICREA la parte que por ley, éste les cubre. Hasta donde tenemos entendido, este procedimiento ya se ha iniciado. Desafortunadamente, si un ahorrador tenía ahorrado más de la cifra aproximada de $130 mil pesos (25 mil UDIS), el fondo de protección por Ley, no puede responder por una cantidad mayor y en su caso tendrá que esperar las resoluciones legales que seguirán en la dilución de la empresa.
Este fraude es lamentable y sin duda otro triste episodio en la historia que sucede en nuestro país.
Después de un largo y fuerte análisis de esta desafortunada situación me surgen tres reflexiones que comparto con ustedes:
- Los ahorradores deben de hacerle frente a los riesgos que tomaron. Arriesgaron “apostando” sus ahorros en una empresa que solamente podía respaldarles esos $130,000 pesos que se mencionan en la ley. Por poner un ejemplo, es como contratar un seguro de auto por una fracción del valor del mismo, sabiendo que si algo llega a suceder se perdería la parte complementaria. El beneficio inmediato es obviamente pagar menos prima, pero en el lejano caso que algo llegue a pasar, la perdida será mayor.
En el caso de los ahorros el beneficio eran las ganancias superiores a los de la banca tradicional que ofrecía FICREA y debido al entorno de bajos rendimientos en el que vivimos, pues digamos que ese “10%” que ofrecían sonaba muy bien.
¿Qué hacer?
Te sugerimos conocer muy bien a la empresa y las condiciones que ofrece, así como los mecanismos de administración de riesgo que te ofrece. En este mundo financiero siempre hay riesgos que hay que conocer y ver si los que se incurrirán en alguna decisión de inversión, estamos dispuestos a correrlos.
- El nivel de educación financiera que tenemos en el país es muy bajo, por más que nos cueste admitirlo. En el mundo financiero hay una máxima: “mayor rendimiento mayor riesgo”. Es evidente que todos queramos mayores rendimientos por nuestros ahorros y que muchos estamos cansados por las bajas tasas de interés que ofrecen los bancos y de sus comisiones. Si de repente escuchamos que existe alguna otra opción que se nos vende como “segura”, la tomamos sin tomar en cuenta lo riesgos. Así mismo, nuestra poca cultura de leer y entender bien los documentos que firmamos (entendiendo que si alguien tiene ahorros de más de $130,000 pesos, por lo menos cuenta con capacidades suficientes para ser capaz de entender un contrato de ahorro). De alguna forma en esos momentos, nuestra mente se “nubla” por los supuestos beneficios a recibir.
¿Qué hacer?
Hay que tener paciencia con nosotros mismos y hacer un esfuerzo por entender bien en lo que nos estamos metiendo. No hay prisas, hay que caminar seguro y sobre todo entendiendo la situación.
- No todos son malos. FICREA es una SOFIPO de alrededor 45 (y contando) que hay en el país. Muchas de ellas tienen productos muy buenos y cuentan con un número importante de clientes en el país. La información de quienes son y sus indicadores financieros es pública y puede ser consultada en todo momento en el internet.
Líneas arriba comentaba que esta situación es resultado de la crisis de carácter que se vive en el país. Esta historia es otra más en la que Mexicanos deciden “ch*ngarse” a otros Mexicanos. Esto lo vemos todos los días, con temas tan trillados como algunos de nuestros políticos como hasta la gente que tira basura en la calle, no respeta señales de tránsito o que decide no pagar sus créditos y robarle a quien deposito la confianza en ellos para prestarle. Tenemos que cambiar y empezar a respetarnos, esto empieza por nosotros.