
¡Hola Credilikeros! Es la primera vez que comparto un poco en el Blog, me da mucho gusto el poder tener la oportunidad. Siempre me ha gustado escribir y compartir mi opinión de diversos temas, es por ello que cuando leí la convocatoria de Credilikeme no pude resistirme.
Mi nombre es Francisco Nieblas, todos me llaman Frank; tengo veintiséis años, soy ingeniero electrónico. Estoy por casarme el próximo año y con todos los preparativos para la fiesta, he notado que a mucha gente le da miedo utilizar un crédito. Por lo que hago la siguiente pregunta:
¿Es malo tener Crédito o Tarjeta de Crédito?
Algunas personas se asustan cuando escuchan la palabra “Crédito” y muchas más, cuando ésta va acompañada de su mejor amiga, la palabra “Tarjeta”.
Supongo que esto puede ser debido a dos cosas: la primera y creo, más común, porque son personas que alguna vez estuvieron endeudadas hasta el tope, pues no supieron administrarse de manera correcta con sus cuentas, tanto que se les fue mucho dinero liquidándolas sólo para cancelarlas y odiarlas por el resto de su vida.
La otra razón, y que creo son pocas las personas así, son las que nunca en su vida han pedido un crédito por la simple y sencilla razón que no lo han necesitado; sea por cultura o por la forma de administrar su dinero, y no digo forma correcta o incorrecta, porque el hecho de no necesitar o solicitar uno, te hacen un mejor administrador. Existen muchas personas con crédito que están súper bien administrados con sus cuentas, pagando a tiempo y sin generar interés.
El tener un crédito o una tarjeta de crédito, no te hace una persona irresponsable a la que no le alcanza el dinero o la que “gasta más de lo que puede”, al contrario, el tener un crédito es saber gastar; si lo haces de manera correcta, te puede dar paso a un sinfín de beneficios, tales como promociones, ofertas, o la oportunidad de poder hacerte de una casa o un auto sin descapitalizarte por completo.
Antes de solicitarlo, revisa tasas de interés, créate un completo abanico de opciones y decide cuál es la mejor. Si tienes duda con respecto a qué tarjeta, banco, o empresa que otorgue este servicio elegir, asesórate con expertos, con personas que conozcan sobre este tema; puesto que si quieres conocer la receta para preparar brownies, no se la pedirías a un cerrajero; lo mismo pasa con estos temas.
Así, cuando escuches la palabra “crédito” no sientas escalofrío, si no satisfacción al recordar que eres una persona responsable y en la que se confía a la hora de otorgarlo.
Créeme, aprendí esto que comparto a la mala, caí en el error del novato con primer tarjeta, pero en vez de cancelarla, aprendí a utilizarla; entendí que mi historial crediticio importa, y mucho y como dicen por allí, lo que bien se aprende, nunca se olvida. 😉
¡Un gran saludo!
Francisco Nieblas