
Mucho hemos escuchado en los últimos años respecto al término “empresa sustentable” y nos hemos dado una idea de lo que significa; sin embargo, poco sabemos exactamente de qué se trata y solemos limitarlo únicamente cuando nos referimos a negocios que se dedican a elaborar productos ecológicos o que realizan donaciones periódicas a instituciones benéficas. Lo cierto es que ser sustentable es algo más que fabricar productos verdes o tener un área de responsabilidad social, es un compromiso a largo plazo con el planeta y con las futuras generaciones. Vamos a entender un poco más sobre el concepto de sustentabilidad.
Pensar en el hoy y el mañana
Empecemos por un poco de teoría: las empresas sustentables, también llamadas socialmente responsables, son aquellas organizaciones que logran un perfecto equilibrio entre sus prioridades económicas conjuntamente con las sociales y ambientales, de forma tal que puedan satisfacer las necesidades actuales de sus consumidores sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. Ese equilibrio lo logran con un plan estratégico a largo plazo y de acuerdo a su visión del negocio. Como ven, estamos hablando de algo que va más allá de las donaciones o los compromisos con causas sociales, es un concepto transversal a toda la empresa.
Objetivos sociales claros
Impacto neutro o positivo en el medio ambiente y armoniosas relaciones con las comunidades son algunos de los objetivos de una empresa sustentable. Estos objetivos están bastante alejados de las típicas donaciones, implementación de proyectos de desarrollo, apoyos a Ong’s o campañas sociales; acciones que más pueden estar catalogadas dentro de lo que es una campaña comercial o una estrategia de marketing que de un real compromiso sustentable. Ser una empresa socialmente responsable es parte del negocio mismo; el retorno de su inversión debe ser medible y los objetivos deben de ser conocidos por todos los miembros de la organización, deben ser parte de su ADN.
Ser o no ser sustentable
De alguna u otra manera, el mercado y sus tendencias de consumo obligan a las empresas a adaptarse ante este cambio en la forma de hacer negocios. Aquellas organizaciones que no se adapten ante esta nueva realidad, simplemente desaparecerán. La sustentabilidad nace a partir de la globalización y del convencimiento de que no hay futuro ante el consumo desmesurado, la contaminación y el daño al medio ambiente. Las empresas no están aisladas, son parte de un ecosistema alineado y si no se adaptan a la tendencia de lo sustentable, sencillamente no podrán sobrevivir.
Cada día son más y más las empresas que adaptan sus procesos y servicios y los vuelven armónicos con el planeta. Las organizaciones trasnacionales más desarrolladas llevan la delantera y se van sumando las medianas y pequeñas. Convertir un negocio en sustentable hoy en día es una obligación si realmente se quiere trascender; los consumidores son los obligados a direccionar su consumo y preferencia hacia aquellas empresas que garanticen un respeto por el planeta, por sus recursos y por las generaciones actuales y venideras.