
“La suerte de un hombre es otro hombre”, me dijo mi hermana mayor una mañana cuando me llevaba en su auto a la universidad. De eso ya hace más de siete años, pero aún recuerdo sus palabras con claridad. No sé de qué iba la conversación que tenía con ella, lo que sí sé es lo que trataba de aconsejarme: no intentes de hacerlo todo tú solo, el mundo está lleno de personas que pueden ayudarte a salir adelante.
No estoy seguro si yo, entonces de 20 años, lo entendí en ese momento, pero hoy lo tengo más que presente cada que siento que mis capacidades no bastan para lograr algún objetivo que me he propuesto.
Se los cuento porque es muy fácil olvidarlo. Algunos de nosotros nos sentimos autosuficientes y todopoderosos, y no está mal. Sin embargo, en ocasiones cometemos el error de ser demasiado individualistas y creer que si no lo logramos por nosotros mismos todo se termina. O lo que es peor, pensamos que pedir ayuda es como un fracaso.
Quizá no sea el caso de algunos de ustedes, pero es común cuando se trata de iniciar un negocio. Algunos emprendedores se apropian tanto de su idea que piensan que nadie podrá entenderla ni aplicarla como ellos quieren, y prefieren no acudir a alguien más a pesar de que algo comienza a ir mal. No dejen que eso les suceda. Es decir, no descarten la opción de asociarse con alguien más.
Llegando a este punto, quiero dejar claro lo siguiente: escojan bien a esa persona con la que compartirán no solo un sueño, sino también responsabilidades y tareas. Se los digo porque ese mensaje también está implícito en la frase del principio, e igualmente son comunes las historias de emprendedores a los que les va mal por tomar a la ligera esta decisión. No es algo sencillo, pero por eso aquí van cinco características de un socio que considero importantes encontrar y que deberían tomar en cuenta.
- Sea honesto.
Como en toda relación, la confianza es la base. Es probable que esa persona que quieren como su socio sea muy buena trabajando y aporte grandes conocimientos, pero ¿se imaginan no poder confiarle detalles del proyecto porque podría aprovecharlos para su beneficio? Antes de pedirle a alguien que se una a ustedes en su aventura empresarial, asegúrense de que sea honesta y ética, tanto personal como laboralmente.
- Que compartan pasiones y valores.
No quiere decir que deban ser completamente parecidos. Empero, ir en sintonía es necesario para salir adelante como equipo. Es importante que ambos persigan el mismo objetivo: crear una pequeña cafetería local o una cadena de cafeterías a nivel estatal, por ejemplo, y estén dispuestos a asumir las mismas responsabilidades: levantarse todos los días a las 6:00 AM para visitar a los proveedores o atender a los clientes.
- Sea comprometido.
Es importante que su socio tenga la capacidad de asumir compromisos sin importar el plazo o el desenlace. Luego de un tiempo, en el que quizá ha habido tropiezos, pocos resultados y muchas decepciones, es probable que el entusiasmo inicial por ser emprendedor se vaya apagando. Para ser empresario hace falta enfocarse, trabajar duro y tener cierta capacidad de sacrificio.
- Sepa escuchar.
Esta cualidad será indispensable a la hora de trabajar juntos, porque la comunicación es vital en una buena relación. Si una de las dos partes no escucha con atención y empatía al otro es probable que las cosas se estanquen. Piénsalo, en algún momento deberán hablar sobre temas financieros complicados o abordar asuntos personales que podrían perjudicar a la empresa. Así que saber escuchar permitirá desarrollar una relación estable y duradera.
- Sea objetivo.
Y por último, pero no menos importante, es necesario que su socio sea objetivo. Esta cualidad es especialmente relevante no solo para tomar decisiones empresariales bien analizadas, alejadas de prejuicio y evaluando por sí misma cada situación, sino también porque si existe una eventual separación, su relación puede permanecer y conservarse.
Y con las características aquí descritas respondería a la cuestión de cuáles son las cualidades de una persona que buscaría y tomaría en cuenta si me tocara elegir un socio empresarial. Pero seguramente existen muchas otras que no mencioné y que alguno de ustedes identifican y quisieran agregar porque la consideran igual de importantes. No duden escribirlas, y ayúdenme a hacer esta lista más completa.
Irving Hernandez
Colaborador Invitado